Me pareció bastante interesante la manera en la que Zavala aborda el
tema de la diversidad en los alumnos. Como maestros debemos tener muy presente
que el trabajar con seres humanos implica reconocer que cada uno de ellos es único,
e irrepetible, el cual cuenta con capacidades distintas y necesidades específicas. Sería un error el
tratar de generalizar a todos los
alumnos y tratar de hacerlos entrar en un mismo molde.
Por comodidad seria sencillo homogenizar a un grupo de estudiantes, sin
embargo, a la larga esto solo provocaría
que los alumnos no llegaran a ningún aprendizaje, -al menos significativo-. Desde
que nos situamos frente a los niños es necesario considerar que cada mente es
un mundo, el cual se ha conformado por representaciones culturales,
experiencias, una herencia cultural que los hace individuos diversos.
Por lo tanto en el léxico de un profesor la palabra comodidad podría ser canjeada por el término; reto. Los retos
son tanto para nosotros como maestros, como para los alumnos. Situarnos en el
espacio indicado para preguntarnos a nosotros mismos, ¿Qué necesitan?, ¿en qué
punto están? ¿Hacia dónde quiero que vaya?. Esto implica un gran esfuerzo por
parte del maestro, pero a la par es un reto para los alumnos, ya que a partir
del nivel en el que se encuentran deberán hacer un esfuerzo para mejorar. Al
atender esta necesidad automáticamente germinara un toque de motivación y esto
implicara que tanto el alumno como el docente sientan la necesidad de continuar
en el proceso.
Y para cimentar de mejor manera el término diversidad, en clase de hoy
fuimos actores de la implicación de esta palabra. Fotografías sosteniendo
palabras que nos hacen distintos, imágenes de cada uno de nosotros. –Eso me
gusto como para armar un vídeo y editarlo con una buena música de fondo-.
Esperare para ver que se realizara con ese material.
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