martes, 18 de septiembre de 2012

No es un día más

Algunas veces las personas creen que han dado lo mejor de si, cuando se les dice que pueden dar aún más, se sienten fatigados de sólo pensarlo. Llegando excusas de todo tipo; di lo mejor de mí, si no esta bien hecho ya no me importa. Ya no haré nada, ¡estoy harto!. Y cientos de excusas más. Estoy segura que todos, alguna vez nos hemos llegado a sentir de tal manera. Es ese episodio de nuestras vidas donde todo es abrumador, ese lapso en el cual tenemos cientos de pensamientos en nuestra mente y, el pedirle que haga un esfuerzo más por cumplir con lo acordado nos estimula sentimientos de incomodidad , así que tratamos de pensar en algo más. Sin darnos cuenta que sólo alargamos un plazo inevitable.



Esto puede sonar a algún tipo de adormecedora proyección, sin embargo, no puedo dejarlo pasar, porque estamos próximos a enfrentarnos con una gran situación, y esta implica todo un enorme proceso de trabajo y sacrificio, pero el cual se verá recompensado al final del camino, o mejor dicho al final de la jornada, cuando nos demos cuenta cuantos aciertos tuvimos los cuales fueron ganados con esfuerzo y dedicación. Obviamente tendremos errores, de los cuales tomaremos nota para no volver a cometerlos.

A lo que voy es que en muchas ocasiones nos podemos sentir desanimados porque las cosas no marchan como las tenemos planeadas, pero cuando hayamos dado todo el esfuerzo posible debemos hacer una pausa, y darlo una vez más. Así que por mi parte espero ver reflejado ese esfuerzo en mi planeación, y aún más en la próxima clase que daré frente a cuarenta estudiantes.
Así que ahora es tiempo de poner evidencias sobre la mesa y comenzar a trabajar, entre más pronto hagamos el trabajo, más tiempo tendremos de reflexionar sobre lo que estamos haciendo. 


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