Los nervios invaden mi cuerpo sutilmente, esa sensación de escalofrió que me recorre, me hace sentir en el pecho una preocupación difícil de explicar. Hasta ahora he puesto empeño en lo que he hecho, sin embargo, tengo miedo de que las cosas no salgan como yo espero. Por ejemplo, el día de hoy antes de comenzar la clase, y estando a punto de entregar mi planeación, me detuve, pensé y suspiré satisfecha por el trabajo que había realizado, mas tarde estando en clase de OPD, dudé una vez más. Me llegué a sentir insegura con lo que había hecho. De reojo podía ver el rostro de Karen; ese que expresaba muchísimos pensamientos.
Ya estando en clase de desarrollo y reflexionando acerca de todos esos pensamientos malvibrosos que me habían invadido, tomé la decisión de botarlos fuera de mi, pues si no lo hago desde ahora, el día que este parada frente a mis alumnos, todas esas ideas preconcebidas se apoderarán de mi confianza y harán de las suyas. Ya lo he escuchado en miles de lugares; el poder de la mente es enorme y la influencia que toma en nuestros actos es capaz de dominarnos hasta el punto de actuar sin razonar.
Y bueno ya mejor aquí le paro como dice el teacher Diego, sólo escribo puro choro, jaja. Así que yendo al grano, estoy esperando ansiosamente las anotaciones que me entregue de mi planeación, para afinarlas y entregar el producto final, ese que me ayudará a realizar una clase exitosa en la secundaria general número 66.
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